¿Qué es el Coaching?

El Coaching es una técnica, una disciplina para el desarrollo personal que te acompaña y que genera, de manera asertiva, resultados extraordinarios en todos los aspectos importantes de tu vida.

Disfrutar de tu vida, conseguir todo lo que mereces, alcanzar tus metas, desarrollar un hábito de éxito.

Mediante herramientas específicas, se logra reconocer qué no está funcionando o cuál es el camino que recorres habitualmente que no te permite alcanzar los resultados que buscas. Luego de identificar las cosas que no te están funcionando, se puede entonces crear un plan de acción con tiempos reales para obtener resultados medibles.

Todo en el presente y en corto plazo.

Como consecuencia, podrás disfrutar de tu vida, consiguiendo todo lo que mereces, alcanzando tus metas, descubriendo cuáles son tus habilidades y cultivándolas, siendo consciente de tus fortalezas y oportunidades de mejora, desarrollando un hábito de éxito y ordenando lo que está fuera de lugar. Y, todo esto, en el presente y en corto plazo.

No somos seres humanos atravesando una experiencia espiritual; somos seres espirituales viviendo una experiencia humana. // Pierre Teilhard de Chardin

¿Qué significa ser Coach ontológico?

Para comprender de manera completa qué significa ser un Coach ontológico o qué significa el Coaching ontológico hay que, de todas maneras, comprender algunos conceptos que no necesariamente son muy bien conocidos.

Coach es, en esencia, aquel que “guía” a otro a un destino específico.

Ya entendemos lo que es esencialmente el Coaching pero profundicemos un poco más en el concepto mismo y descubramos qué es exactamente un Coach. La palabra coach es un término en inglés cuyo uso comienza a volverse común en el español. Muchas personas oirán esta palabra y, de inmediato, la asociarán con el coach deportivo o entrenador deportivo. Esto es porque, para los hispanohablantes, al menos, el término llegó de manera masiva por ese canal claramente popular: el deporte. En efecto, se puede traducir la palabra coach como entrenador en lo que respecta el campo deportivo y el término seguiría siendo una representación satisfactoria. En nuestro campo, sin embargo, no es tan fácil. Se puede argüir que también, en ciertos sentidos, un Coach es una suerte de entrenador pero este término en español solo abarca una cara del trabajo que hacemos. Para llegar al fondo de lo que es ser un Coach en términos globales, a mí me gusta llegar al fondo de la palabra misma.

Según el Etymology Dictionary de Douglas Harper la palabra coach entra en uso corriente en los 1550s como una suerte de “carruaje grande”, del francés medio coche (de aquí nuestra palabra coche, refiriéndose, ahora, al automóvil) que, a su vez, proviene del alemán kotsche que, a su vez, proviene del húngaro kocsi szekér, es decir, “carruaje de Kocs”, pueblo en el que se hizo en el siglo XV el primer carruaje como hoy lo conocemos. No es sino hasta alrededor de 1830 que aparece su primera variante de significado pero es, casualmente, la que a nosotros nos interesa, la que significa “instructor” o “entrenador” (en el sentido académico y no atlético). Fue en la Universidad de Oxford que la palabra coach se volvió jerga para un tutor que “carga” a su alumno a través de un examen. El término atlético no aparece sino hasta más de treinta años después; específicamente, en 1861. De modo que vemos que, en principio, un coach fue antes un instructor o entrenador académico que uno atlético. Ya aquí nos acercamos más a lo que significa ser un Coach. Pero, para facilitar las cosas, quedémonos con la idea del que “carga”, que viene sin duda del término inicial que se refiere a un carruaje, y digamos que un Coach es, en esencia, aquel que “guía” a otro a un destino específico.

La Ontología es el estudio de la naturaleza de la existencia, es decir, el estudio del ser.

Ahora que tenemos claro lo que es un Coach, veamos qué es esta cosa rara de la Ontología. Desde luego, cuando la gente me pregunta qué hago y yo les digo «Soy Coach ontológico» es casi inevitable que, a continuación, pongan casualmente cara de ¿y esa cosa rara? y me pregunten «¿Qué es un Coach ontológico?». Es natural. Cada vez, el Coaching va adquiriendo mayor popularidad y, sobre todo, credibilidad, toda vez que los resultados positivos logrados a través de él son muy evidentes y tangibles; sin embargo, hay diferentes vertientes y teorías sobre cómo aplicar el Coaching y el público en general no tiene cómo conocerlas todas y saber cuáles son las diferencias. En esencia, podríamos decir, el Coaching es uno. Ciertamente, el fin es lograr estos resultados positivos, evidentes y tangibles. De modo que, como todos los caminos llevan a Roma, así también, todo camino que lleve al crecimiento y los resultados positivos para las personas será buen camino y, sin duda, adecuado para el individuo que lo ha elegido, así dicho camino se llame Coaching, Psicología, Religión, etc. Pero hablamos del Coaching ontológico específicamente y, para ello, tenemos que aclarar el concepto de la Ontología.

La Ontología es, básicamente, el estudio de la naturaleza de la existencia, es decir, el estudio del ser y, además, de sus propiedades trascendentales (Collins English Dictionary & DRAE). Nuevamente según el Etymology Dictionary de Douglas Harper, esta definición surge en 1721 como “ciencia o estudio metafísico del ser”, por medio del término del Latín moderno acuñado en 1692 por el francés Jean le Clerc en su obra Ontologia sive de ente in genere. Acuñación proveniente, a su vez, del griego ὄντος (ontos, “del ser”) y el griego λóγος (logia, “estudio”), es decir, “estudio del ser”, lo cual resume perfectamente la Ontología y la labor del Coach ontológico en su esencia o cara más fundamental.

Ahora, aquí vale la pena encargarnos de otro concepto que es muchas veces equívoco en el uso colectivo. Mucha gente confunde la metafísica con el pensamiento mágico o la asocia inherentemente con lo esotérico. El Collins English Dictionary define la metafísica primeramente como la rama de la Filosofía que se ocupa de los primeros principios, especialmente los del ser (la Ontología) y el saber (la Epistemología). Y el DRAE la define principalmente como parte de la Filosofía que que trata del ser en cuanto tal y de sus propiedades, principios y primeras causas. Y es que la metafísica es, por su etimología, aquello que viene después de la Física. Y en ese sentido solamente, por tratarse de temas que no son físicamente tangibles y estudiables (aún), se la acerca a lo mágico o a lo esotérico o a lo relativo a la fe cuando, en realidad, esta trata de la idea holística del ser, un concepto que hoy aceptamos como la gravedad o la evolución o la gravitación universal. Y es que hoy todos estamos de acuerdo con que el ser humano es algo más que la suma de sus partes (recordemos esto en un ratito, cuando hablemos respecto de las tres áreas de la existencia humana y su interrelación).

El Coach ontológico es un especialista entrenado para guiar a la persona hacia un destino específico, es un facilitador de comprensión de la propia existencia que apoya a la persona a identificar aquello que desea en la vida y la asiste a alcanzarlo.

Para resumir, el Coach ontológico es un especialista entrenado para guiar, a través del estudio del ser, es decir, a través del reconocimiento de cómo el ser humano enfrenta su existir, a la persona hacia un destino específico.

Se siente siempre muy bien y reconfortante tener a alguien que le diga a uno cómo mejor hacer las cosas y cuál es el mejor camino a transitar. Tenemos el recuerdo de cuando éramos niños y esta función la cumplían nuestros padres. Cuando niños, renegamos de ello pero, al ir creciendo, ¡cómo nos gustaría poder dejar las grandes decisiones de nuestra vida nuevamente en manos de nuestros padres! Es por eso que a veces es fácil confundir al Coach con un consejero, pues, al propiciar la toma de decisiones, uno puede quedarse con la idea de que es el Coach el que lo asiste a uno en las decisiones que tomamos. Sin embargo, el Coach ontológico no es un consejero, sino un facilitador de comprensión de la propia existencia que apoya a la persona a identificar aquello que desea en la vida y, luego, la asiste a alcanzarlo. Existe tal vez una línea delgada, pues la labor del Coach es a menudo muy cercana a la fibra, pero siempre es paralela al camino que la persona se traza con el apoyo de su Coach.

Una guía rápida del proceso de Coaching ontológico

Como ya hemos visto, el Coaching ontológico es una herramienta que estudia la manera de ser del ser humano, lo que consta de tres diferentes áreas de la existencia humana y su interrelación:

  • Lenguaje
  • Cuerpo
  • Emoción

Vemos que de su interrelación surge un área nueva: del centro compartido surge nuestra manera de ser, y es esta la raíz de nuestras actitudes, creencias, percepciones, proyecciones y, en general, el piloto de nuestro comportamiento, comunicación y relaciones humanas.

Pues bien, el Coaching ontológico se enfoca en guiar estas tres áreas del comportamiento humano, causando cambios o rediseños profundos en este por medio de terapias formadoras.

El Coaching ontológico es una herramienta para el cambio de la conducta, de los paradigmas y, en consecuencia, de la cultura.

Humberto Maturana, filósofo y biólogo del conocimiento, dice que: «el ser humano puede realizar una mirada sobre su emocionar, puede reflexionar porque tiene el lenguaje. Todo vivir humano ocurre en conversaciones y es en ese espacio donde se crea la realidad en que vivimos». De modo que el Coaching ontológico es también una herramienta que los seres humanos tenemos para poder mirar hacia adentro y reflexionar sobre nuestra propia existencia. Basándonos en la Ontología del Lenguaje —tesis desarrollada por Fernando Flores y, luego, por Rafael Echeverría, y que ofrece una explicación del ser humano a partir de que es un ser intrínsecamente lingüístico— podemos decir que el Coaching ontológico es una metodología que hace uso del lenguaje, no como un medio de descripción de la realidad, sino en su capacidad de poder cambiarla. En este sentido, el Coaching ontológico no se presenta como una técnica dentro de la cultura establecida, sino como un diálogo que crea nueva cultura.

Cuando hablamos del Coaching ontológico hablamos también del aprendizaje transformacional. El Coaching ontológico nos abre a la posibilidad de explorar un terreno por completo nuevo y desconocido; dejar nuestra “zona cómoda” detrás y aventurarnos a crear nuevas ideas, nuevos paradigmas, nuevas posibilidades, a crear para nosotros un nuevo futuro, una nueva vida pintada de los colores que nosotros más deseemos. En este sentido, el Coaching ontológico es una metodología poderosa para efectuar verdadero cambio en el individuo, en la familia, en el equipo, en la corporación, etc., resultando altamente eficaz casualmente debido a que se basa en esa novedosa comprensión del poder del lenguaje, las emociones y los estados de ánimo, y los diálogos humanos: es decir, una verdadera herramienta para el cambio de la conducta, de los paradigmas y, en consecuencia, de la cultura.